Tener una piel fuerte y saludable no sólo depende de la genética, sino de nuestros hábitos diarios.

La piel, de la misma manera que todos los tejidos del cuerpo, necesita nutrientes; los cuales se obtienen de los alimentos que ingerimos. Por lo que, debemos procurar comer los alimentos adecuados para obtener las vitaminas, minerales y aminoácidos necesarios para que nuestra piel esté saludable.

Sin embargo, aunque alimentarnos adecuadamente es primordial esto no es lo único que hay tomar en cuenta, también debemos nutrir la piel de afuera hacia adentro. Es decir, con una adecuada rutina de limpieza y humectación.

La alimentación y el cuidado de la piel se complementan. Algunos nutrientes que necesitamos ingerir también podemos aplicarlos sobre nuestra piel. Por ejemplo, la vitamina C la podemos ingerir de distintas frutas y vegetales, entre estos las frutas cítricas como la naranja, para activar la síntesis de colágeno, y la podemos aplicar utilizando cosméticos que contengan este nutriente, el aceite esencial que utilizamos en nuestro exfoliante de naranja es rico en vitamina C.

Otro de los nutrientes que necesitamos son los ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6) los cuales podemos obtener del pescado y el aguacate, entre otros alimentos y aplicarlos directamente en la piel para recuperar elasticidad y humectación. El aceite de almendra contiene diferentes ácidos grasos y antioxidantes que nutren la piel. En Numinous lo utilizamos para preparar nuestro aceite facial de manzanilla y geranio con el objetivo de eliminar la resequedad que ocasiona la falta de esos nutrientes.

Por estas razones no podemos olvidar que los alimentos que ingerimos son tan importantes como los productos que aplicamos sobre nuestra piel y que tener hábitos positivos ahora nos asegura una piel saludable en el futuro, así como no cuidarnos adecuadamente nos ocasionará tener una piel dañada.