Los aceites naturales son absorbidos por la piel humectándola y nutriéndola, a diferencia de los aceites minerales derivados del petróleo que obstruyen los poros y  podrían producir acné.

Según el tipo de piel el aceite natural que se debe utilizar puede variar ya que algunos se absorben más rápido que otros.

En general al utilizar un aceite facial se adquiere luminosidad, elasticidad, nutrientes como ácidos grasos esenciales para fortalecer la barrera protectora de la piel, además se regula la producción de grasa ya que las glándulas sebáceas equilibran la secreción con el aceite aplicado.

Es importante que antes de aplicar cualquier aceite (o cualquier cosmético de cualquier marca) coloquemos dos gotas detrás de la oreja o alguna zona sensible y esperar 48 horas para corroborar que no ocurra reacción alérgica. Posteriormente, si no ocurre ninguna reacción es posible aplicarlo por todo el rostro.

La combinación de ingredientes de nuestro aceite facial de manzanilla y geranio permite que se pueda utilizar en piel normal o seca.

Los ingredientes que utilizamos y algunas de sus funciones son las siguiente:

Aceite de almendra: Humectante. Unifica el tono de la piel.

Aceite de argán: Cicatrizante. Aporta flexibilidad y suavidad.

Aceite esencial de geranio: Astringente suave, antiséptico, antiinflamatorio. Suavizante, cicatrizante.

Manzanilla: Antiinflamatorio, antiséptico, cicatrizante.

Vitamina E: Antioxidante, protector.